¿Tu organización lidera desde la creatividad o sobrevive desde la reactividad?

Laura Mata
5 dic 2024
2 Min. de lectura

Actualizado: 12 dic 2024

¿Alguna vez te has sentido atrapado en un entorno donde las conversaciones giran en torno a problemas, culpables y excusas?

Este es el reflejo de una cultura reactiva. Y es el mayor enemigo de los resultados que buscas.

Mentalidad creativa vs. reactiva: Una batalla que define tu futuro

Una mentalidad reactiva experimenta el mundo de afuera hacia adentro, reaccionando ante circunstancias y personas.

En cambio, una mentalidad creativa experimenta el mundo de adentro hacia afuera, transformando su entorno a través de la autenticidad, pasión y propósito.

Poseer una mentalidad creativa no es solo ser amable. Es tener el coraje de buscar soluciones a problemas complejos y tomar decisiones desde un estado mental positivo.

Como dijo Viktor Frankl: “Entre el estímulo y la respuesta está nuestra libertad. Ahí decidimos: ¿crear o reaccionar?"

Y esto no solo aplica a las personas: aplica también a las organizaciones.

Todo empieza por los líderes

Los líderes son los arquitectos invisibles de la cultura de la organización. Sus decisiones y comportamientos impulsan la creatividad o refuerzan la reactividad.

Un líder con mentalidad creativa, inspira. Uno con mentalidad reactiva, paraliza.

Las investigaciones muestran que la mayoría de los adultos pasan la mayor parte del tiempo “en modo reactivo”, particularmente cuando se les plantea un desafío. Como resultado, las organizaciones tradicionales están diseñadas para funcionar en forma reactiva.

Sin embargo, las organizaciones ágiles requieren de líderes capaces de operar principalmente "en modo creativo".

Piensa en tu propio equipo: ¿Están resolviendo problemas de forma creativa o reaccionando a los desafíos sin proponer soluciones nuevas?

Tu cultura, ¿inspira creatividad o alimenta la reactividad?

La cultura de una organización es el sistema operativo que define cómo se comportan la mayoría de las personas. Si se enfoca en culpas y justificaciones, promueve silos, desconfianza y una falta de innovación que inevitablemente afecta los resultados.

Imagina una empresa donde las ideas nuevas se enfrentan con "eso nunca funcionará". Esa es una cultura reactiva. Ahora imagina otra donde cada idea se evalúa con "¿cómo podemos hacer que funcione?". Esa es una cultura creativa.

Una cultura creativa empodera a las personas para proponer, construir y asumir responsabilidad. Cuando las personas tienen la libertad de ser creativas, el compromiso florece. Y con él, los resultados.

Tu cultura organizacional no es neutra. O impulsa la creatividad y la colaboración, o alimenta la reactividad y el estancamiento.